Me he visto la película Comer, Rezar, Amar cientos de veces, creo que perdí la cuenta... Cada vez que la veo aprendo y medito algo nuevo. Como hago con cada libro, con cada artículo, con cada recuerdo., con cada experiencia... aprovecho todo lo que me rodea y lo que pase.
Hoy pensé... sé que asusta mucho perderse en alguien o algo más, llámese novio, esposo, hijos, padres, empleo, o lo que sea. Sin embargo, creo que el hecho de relacionarse con cualquiera de esas cosas o personas no significa que vayamos a olvidarnos o que no podamos encontrarnos (en el caso que no haya ocurrido aún).
Cada etapa de la vida es una etapa de creación y reinvención si es necesario. Todo es posible. En cada momento podemos alternar cualquiera de esas relaciones con Dios y con nosotras mismas, con algún gusto particular, con alguna comida que disfrutes, con un libro que te haga soñar, una película que valga la pena y así. No tiene que ser algo grande, tus expectativas pueden ser simplemente darte un tiempo a solas con Dios y un pequeño gusto. Eso te ayudará a conservar tu esencia cada día.
Importa poco si estás sola, si eres madre, si estás empleada o no, si estás casada o cualquiera que sea la situación en la que te encuentres, puedes rescatar un momento perfecto para ti en cada paso, porque Dios está contigo SIEMPRE, si lo recuerdas y cultivas esa relación primaria, seguir disfrutando del camino cuando alguna de esas cosas cambie será posible, porque no necesitas de ninguna de ellas para estar bien contigo, solo lo necesitas a Él 😊
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